Resulta acogedor pensar en como las hojas caducas del otoño pueden ser el fertilizante para el nacimiento de nueva vegetación. «Noviembre» (la banda, no el mes) es, en esencia, cuatro hojas cayendo al mismo tiempo y descubriéndose a si mismas al entrar en contacto con la tierra, mas por la necesidad cíclica de encontrar un camino nuevo para florecer que por inercia artística.