Lejos del postureo musical y de las tendencias que se reproducen hoy en día, Norma Haiku nace en 2020 como un proyecto que se ha fraguado -lenta y laboriosamente- durante años. Álex y Rafa, dos jóvenes cordobeses que viven desde hace unos años en Madrid, decidieron marcar un estilo para esas canciones guardadas en un cajón durante demasiado tiempo.
Entre sus influencias están bandas como Cala Vento, Viva Belgrado, Repion, Triángulo de Amor Bizarro y otras como Tricot, lo que da como resultado un primer EP lanzado por la banda en 2024, ‘Histéresis’, grabado en los madrileños ‘Estudios Reno’ de la mano de Guiem Rigo, y masterizado en el que se ha convertido en uno de los estudios de grabación y masterización de referencia en todo el Estado: Ultramarinos Costa Brava.
El primer trabajo de Norma Haiku consta de cinco canciones, que relatan momentos que se acumulan a nuestros pies y una mirada atrás que, con el paso de los años, no deja ver una foto completa de lo que fue.
Este disco será completado con un single que verá la luz después del verano, con dos canciones que cierran un ciclo que ya cambió con la entrada, como batería, de Jose Verdu, en 2023.
Sobre el escenario, Norma Haiku estrenó sus canciones hace bien poquito: su primer concierto fue el pasado 27 de marzo en el Café La Palma, donde acompañaron a los madrileños Rodher para inaugurar su andadura musical.
Este ‘power-trío’ defiende con sus canciones un rock potente, jugoso, melódico y moldeable: una música que se puede tocar, que se puede acariciar y sentir. Sus influencias hacen que sus ritmos sean a veces rotos, otras intensos, pero casi siempre ligeras y pegadizas.
Si en este mundo de etiquetas, buscas algo que suene entre el rock y el post-hardcore, con toques midwest-emo, patrones de shoegaze y power pop, quizá esta banda pueda erizarte la piel.